02 Jul Las noticias falsas son noticia
Uno de los términos más empleados en internet actualmente es el de “fake news”. En una sociedad hiperconectada en la que darle voz a cualquier publicación está al alcance de nuestro dedo, las noticias falsas nos llegan por donde menos lo podemos esperar. Vamos a ponerte a prueba: en esta última semana ¿has escuchado que el nuevo Ministro de Justicia es el responsable del secuestro de la revista El Jueves o que María Dolores de Cospedal ha declarado “nunca hubo caja B del PP ni la volverá a haber”? Pues sentimos decirte que has sido engañado.
El diccionario Cambridge las define como “historias falsas que parecen ser noticias, difundidas en Internet o usando otros medios, generalmente creadas para influir en las opiniones políticas o como una broma”. Aunque son tan antiguas como la propia comunicación, en los últimos años se han propagado a causa de la existencia de las redes sociales y de los bots. Pero, ¿qué es un bot? Se trata de cuentas falsas, cuya finalidad es “dar más eco” a otro perfil y que actualmente ya no solo funcionan como seguidores sino que son capaces de escribir e interactuar. Se calcula que en torno a un 15% del total de cuentas que existen a nivel mundial en Twitter son bots.
El prestigioso MIT llegaba a la conclusión de que las noticias falsas se extienden con mayor rapidez, mayor profundidad, más ampliamente y llegan más lejos que las verdaderas. Y ¿qué se puede hacer ante un bulo? Generalmente, este tipo de informaciones se extiende como la pólvora, llegando a mantener su popularidad incluso cuando ha sido desmentido. Por eso, los expertos en “cazar” fake news siempre recomiendan que se elimine esa información falsa; no llega con rectificar. En Maldito Bulo ponen un ejemplo muy ilustrativo: un usuario de Twitter subía un vídeo de carácter científico que en realidad había sido manipulado por ordenador. Mientras que la publicación falsa tenía un alcance de 70.300 retuits, la rectificación contaba con 48.
Las empresas de telecomunicación parece que están poniéndose las pilas para tratar de frenar la expansión de las fake news. Hace unas semanas, se conocía la noticia de que Facebook instalará en la antes conocida como Torre Agbar una sede desde la que más de 500 profesionales borrarán el contenido nocivo de la red social. Google también está aportando su granito de arena, permitiendo que las webs que se dedican al “fact checking” tengan un lugar destacado en los resultados cuando alguien busca una afirmación falsa.