22 Mar La efectividad del activismo de marca, entendido como RSC
Marcas y empresas están empezando a ir más allá de las clásicas estrategias de marketing para destacar por encima de las otras, y lo están haciendo centrándose en la responsabilidad social corporativa (RSC).
El activismo de marca es compromiso y actitud basado en el apoyo y la defensa de causas sociales.
Los millennials han sido uno de los factores clave que ha propiciado este movimiento. Su estratégica situación en el consumo ha obligado a las marcas a centrarse en ellos, estudiarlos y valorarlos. Por lo tanto, el activismo surge de la necesidad de actualizar el posicionamiento en el mercado. Pero es aquí donde se cometen los errores: juntar a diferentes perfiles de consumidores en un mismo grupo sin tener en cuenta sus características e intereses.
Un estudio norte-americano se ha encargado de corroborar si este nuevo enfoque está siendo de utilidad tanto para marcas como para empresas. Los consumidores se han mostrado receptivos ante el activismo de las mismas e interesados en el apoyo a causas distintas como temas domésticos, el hambre o los sin hogar.
Las opiniones en cuanto a credibilidad e influencia de la RSC dependen de cuestiones generacionales. Son consideradas de más provecho para los millennials con un altísimo 49%, pero su autenticidad es subestimada por un 20% de ellos. Estos se muestran abiertos a colaborar con las marcas anteponiendo calidad a ideales. En el lado opuesto, los baby boomers mantienen las valoraciones sobre el 10% en ambos casos, descartando el pensar en las ideas de las marcas a la hora de ir a comprar.
En resumen, el activismo de marca es activismo puro cuando el consumidor se deja arrastrar e influenciar por su carisma y valores. La clave está en trabajar los distintos terrenos y pensar en los intereses de las distintas generaciones, sin dar por entendido que el contexto las acabará uniendo.
Fuente original: puromarketing.com